Mándanos tu relato erótico, fantasía o duda sobre sexo.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Antes de ir a trabajar


Trabajo en un bar-cafetería del centro de Madrid en el turno de mañana, como refuerzo para la hora de la cervecita del mediodía. Entro a las 10:00 y salgo a las 14:00. Esto me permite pagar los gastos de mi carrera a la que asisto por la tarde y la mitad del alquiler del piso donde vivo con mi novia. Sonia es auxiliar de enfermería y tiene turnos tanto de mañana, tarde o noche, así que unos días nos vemos para desayunar y otros para cenar.

La primera noche que la conocí fue en un pub a eso de las 2:00 de la mañana o así. Iba con un grupo de amigas y me fijé en ella porque llevaba un vestido negro muy ceñido que resaltaba todas sus curvas. Además llevaba su pelo castaño recogido en una cola alta que dejaba ver su fino cuello, su piel clara y unos labios carnosos pintados de azul oscuro. Estaba espectacular. Mis amigos y yo nos acercamos a ellas y empezamos a entablar conversación. Yo fui directo a hablar con ella, me daban igual las otras chicas. Recuerdo que después de un rato de charla me contó que se había sacado el título de auxiliar de enfermería y que estaba haciendo las practicas en un hospital de la ciudad. Yo le dije algo como “¿en el trabajo las auxiliares os ponéis esos vestidos tan sexis con faldita corta que hay en las tiendas de disfraces?”. Lo dije en broma pero a ella se le cambió la cara y se fue directa al baño mascullando algo por lo bajo, pero me puedo hacer una idea de lo que era. Pasado un rato regresó y le pedí disculpas, le dije que había sido una broma y todo eso y bueno, pude enderezar la noche. De todo esto hace ya más de 3 años.

Esta mañana ha sido de esos días en los que ella ha trabajado de noche y llega a casa sobre las 8:30,  justo para ponerse el pijama y acostarse. Mientras yo me duchaba ha entrado en el baño, me ha dado los buenos días (o buenas noches para ella) y me ha dicho que se iba directa a la cama, que luego nos veíamos por la noche. Al salir de la ducha y después de secarme el pelo, lavarme los dientes y echarme crema en la cara, me la he encontrado ya durmiendo. Estaba preciosa. Acostada de lado al filo de la cama, llevaba el tanga blanco que dejaba al descubierto su precioso culo redondo, voluptuoso y perfecto. En la parte superior no llevaba nada. Al ir rodeando la cama en silencio para verla mejor me he fijado en que el tanga que llevaba era el de Mickey Mouse que a ella tanto le gusta (es un poco friki, tiene ropa interior de personajes Disney, de R2D2 de Star War, Marvel, etc). Los brazos cruzados sobre el pecho no dejaban ver apenas sus tetas pero por el contrario se veía perfectamente su ombligo con un piercing que se hizo hace unos años y que le queda genial.

No he podido evitar ir poniéndome súper cachondo al verla así. Estaba irresistible con ese aspecto angelical a la vez que tremendamente sexi. Mi polla ha reaccionado de inmediato y se ha tensado como un mástil de bandera. Me he acercado a ella y empezado a darle besos en el hombro, luego en el cuello, muy lentamente he pasado a las comisuras de los labios y ahí ha reaccionado con un pequeño y corto gemido “umm”. He seguido dándole pequeños besos en sus labios cerrados. Cada vez estaba más excitado y he empezado a tocarme. Se me ha ocurrido juguetear con mi cosita pasándosela muy suave por los labios para ver si despertaba. Después de unos 20 o 30 segundos en los que no reaccionaba y parecía que no iba a hacer nada, ha abierto los labios ligeramente, lo cual me ha puesto todavía más a tono. Al poco, ha sacado su lengua y le ha dado un lametón lento y pausado, casi recreándose, como si fuera un chupachús. Lo curioso es que seguía respirando de forma profunda como si siguiera dormida. Después de varios lametones ha abierto la boca y se la ha metido entera. Con toda mi atención sobre su boca, no había reparado en que se había cambiado de postura y con su mano izquierda se estaba tocando entre las piernas con la mano por encima del tanga acariciando el clítoris. Al pequeño Mickey se le veía bastante mojado. Su mano derecha ha agarrado mi polla y ha empezado a realizar movimientos más rápidos acompañados de succiones y lametones. Con tanto placer de ver cómo ella se masturbaba a la vez que me masturbaba a mí he soltado un gemido muy grande a lo que Sonia ha respondido con una sonrisa mientras seguía con los ojos cerrados. Pasados varios minutos, que por mí no se hubieran acabado nunca, he sentido como todo mi cuerpo se tensaba y me he preparado para lo que venía. Sonia ha seguido con el mismo ímpetu a pesar de que ha notado que me iba, hasta que me he corrido dentro de su boca. Aun así ha seguido chupando durante unos 20 segundos hasta que me he vaciado completamente. Al terminar se ha levantado, se ha refrescado un poco, se ha lavado los dientes, me ha dado un beso en la mejilla mientras yo me recuperaba sentado al filo de la cama y se ha vuelto a acostar diciéndome “hasta luego cariño”, con una sonrisa en la cara y ha cerrado los ojos para dormirse.

Llevo un rato en la cafetería y sigo en shock. Se me han caído ya dos vasos de lo atontado que estoy. Todavía sigo pensando en lo que ha pasado pero me ha encantado. Esta noche espero devolverle el favor.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario, y si quieres dejarnos tu relato erótico para que lo publiquemos, mándanoslo a nuestro correo eljardindelasdadivas "arroba" gmail.com.